La Iglesia Antioquena de la Argentina fue fundada por inmigrantes árabes -en su mayoría sirios y libaneses- que comenzaron a llegar hacia 1860, escapando de la opresión del Gobierno Otomano en sus respectivos países. A fines del siglo XIX, durante la segunda presidencia de Julio Argentino Roca ya había numerosos grupos de inmigrantes árabes de religión cristiana ortodoxa, que pertenecían al Patriarcado Antioqueno.
En 1918 la parroquia de Tucumán se fundó en un local alquilado y estaba a cargo del padre Simón Khoury, quien había llegado al país cuatro años antes. Lo sucedió su hijo, el padre Pedro Nasif Khoury.
El 6 de octubre de 1926 por fin se creó la parroquia Asunción de María Santísima, gracias a los esfuerzos del padre Pedro Khoury y al celo de las damas de la comunidad antioquena, la Sociedad de Damas Ortodoxas de Tucumán. Por aquellos años, en Tucumán había más de 2.200 fieles ortodoxos antioquenos, repartidos entre la capital y varias localidades de la provincia.